A lo largo de nuestra vida en algún momento habremos conocido el amor a primera vista, pues se trata de aquella persona con la que se genera una mutua conexión instantánea, puede que estén varias personas a su alrededor, pero siempre se coincide la mirada con alguien en especial. A veces creemos que el amor a primera vista o encontrar a nuestra media naranja solo sucede en televisión, pero lo cierto es que no es así. Incluso, hoy en día muchas personas son parejas gracias a esa primera mirada.
Cuando quedamos flechados de manera inmediata siempre nos preguntamos si verdaderamente existe el amor a primera vista y la respuesta es que sí, debido a la liberación de feromonas, que son sustancias químicas que libera el cuerpo que pueden provocar que nos atraiga alguien, o porque la persona con la que tuvimos conexión nos recuerde a alguien en especial.
El amor a primera vista más que todo se da por lo que vemos de esa persona, es decir, su físico es lo que nos atrae instantáneamente debido a que su apariencia se encuentra entre nuestros gustos, pero la mayoría de las veces este sentimiento desaparece cuando empezamos a conocer aquella persona que nos gustó, pues lo físico pasa a segundo plano y en la etapa de conocerse comienzan a ver cómo son sus sentimientos y forma de ser
Asimismo, en algunos casos, el sentimiento del amor a primera vista puede ocasionar a que exista una relación amorosa siempre y cuando ambos hayan sentido lo mismo, pero que a veces no sea duradera, debido a que llegamos a idealizar mucho a esa persona, dejando a un lado que nadie es como nosotros queremos que seamos o haciéndonos falsas esperanzas.
Igualmente, aquellos que han conocido su amor a primera vista y llegan a consolidar una relación, aseguran que el vinculo es más fuerte y apasionado que aquellas que demoran cierta cantidad de tiempo conociéndose.
Por otra parte, hay expertos que aseguran que el amor a primera vista no existe, pues es una ilusión momentánea que crea nuestro cerebro al ver plasmada a una persona que su aspecto físico está entre nuestros gustos, haciéndonos sentir enamorados o flechados por alguien que acabamos de ver, que ni siquiera conocemos y que seguramente después de salir de ese lugar no lo volveremos a ver o saber de esa persona.